Hace un tiempo vi y disfruté la película "Visiones" (en inglés, "The Eye") protagonizada por la excelente actriz Jessica Alba. En ella, se narra la historia de una chica ciega a quien le hacen un transplante de córnea, lo que le permite recuperar la visión. Pero esta visión recuperada incluye algo que no estaba previsto: la facultad de ver también el "mundo espiritual", y saber cuándo una persona fallecerá (un tipo de precognición).
A quienes le gusta el cine de terror, probablemente le gustará esta película, razón por la cuál la recomiendo.
Pero lo que quisiera comentar en este post, es lo relacionado con la "Memoria Celular", que es la hipótesis según la cuál en los casos de transplante de órganos (ej: de corazón), pueden también (y de forma inexplicable por el paradigma científico actual) transmitirse hábitos, pensamientos, ideas, gustos y sensaciones del donante al recipiente del órgano. (En el caso de Jessica Alba en la película, la memoria celular incluyó la transmisión de facultades precognitivas, como ya mencioné)
Esta hipótesis ha sido planteada debido a que se ha podido observar en algunos casos y para sorpresa de todos, que algunas personas, después de recibir un transplante de órganos, refieren cambios en sus estilos de vida, adquiriendo nuevas aficiones, hábitos y gustos que coinciden con los del donante del órgano. (Este punto es muy importante, ya que no se trata de un cambio cualquiera; sino de un cambio de personalidad que se corresponde, en los detalles, con hábitos, gustos y deseos específicos del donante del órgano. Por ejemplo, si al donante le gustaba colecionar espadas de Samurai; el receptor del órgano transplantado manifestaba, después del transplante y sin razón aparente, que le empezaban a gustar las espadas de Samurai.)
Esta hipótesis es considerada "pseudo-científica" por la mayor parte de la comunidad científica (en parte debido a que no se conoce ningún mecanismo por el cuál puedan transmitirse hábitos, gustos o aficiones mediante el transplante de un órgano). Pero calificar algo de "pseudo-científico" no nos demuestra nada (y más bien puede ser un indicio de los prejuicios de quienes profieren tales expresiones). Lo que nos interesa saber no es solo si tal hipótesis es científica o pseudocientífica, sino más bien si el fenómeno de la memoria celular realmente existe o no existe. Conocer si dicha hipótesis es correcta o no solo puede hacerse investigando a fondo los casos de personas que han tenido esa experiencia. Solo eso podrá revelarnos la verdad, o aproximarnos a ella.
Esa hipótesis ha sido muy poco investigada, porque no ha sido tomada muy en serio por la mayoría de la comunidad científica (incluso los científicos noéticos en general no han hecho mucho caso a este fenómeno). Además, los casos de personas que han maniestado esa experiencia son relativamente pocos en comparación con la mayoría de personas transplantadas.
Sin embargo, algunos investigadores han decidido prestarle mayor atención. Un ejemplo es el psicólogo recientemente fallecido Paul Pearsall, quien escribió un libro titulado "El código del corazón" donde describe en detalle varios casos de aparente memoria celular en personas que recibieron transplante de corazón. Pearsall también escribió varios artículos al respecto donde detalla varios casos específicos.
A quienes le gusta el cine de terror, probablemente le gustará esta película, razón por la cuál la recomiendo.
Pero lo que quisiera comentar en este post, es lo relacionado con la "Memoria Celular", que es la hipótesis según la cuál en los casos de transplante de órganos (ej: de corazón), pueden también (y de forma inexplicable por el paradigma científico actual) transmitirse hábitos, pensamientos, ideas, gustos y sensaciones del donante al recipiente del órgano. (En el caso de Jessica Alba en la película, la memoria celular incluyó la transmisión de facultades precognitivas, como ya mencioné)
Esta hipótesis ha sido planteada debido a que se ha podido observar en algunos casos y para sorpresa de todos, que algunas personas, después de recibir un transplante de órganos, refieren cambios en sus estilos de vida, adquiriendo nuevas aficiones, hábitos y gustos que coinciden con los del donante del órgano. (Este punto es muy importante, ya que no se trata de un cambio cualquiera; sino de un cambio de personalidad que se corresponde, en los detalles, con hábitos, gustos y deseos específicos del donante del órgano. Por ejemplo, si al donante le gustaba colecionar espadas de Samurai; el receptor del órgano transplantado manifestaba, después del transplante y sin razón aparente, que le empezaban a gustar las espadas de Samurai.)
Esta hipótesis es considerada "pseudo-científica" por la mayor parte de la comunidad científica (en parte debido a que no se conoce ningún mecanismo por el cuál puedan transmitirse hábitos, gustos o aficiones mediante el transplante de un órgano). Pero calificar algo de "pseudo-científico" no nos demuestra nada (y más bien puede ser un indicio de los prejuicios de quienes profieren tales expresiones). Lo que nos interesa saber no es solo si tal hipótesis es científica o pseudocientífica, sino más bien si el fenómeno de la memoria celular realmente existe o no existe. Conocer si dicha hipótesis es correcta o no solo puede hacerse investigando a fondo los casos de personas que han tenido esa experiencia. Solo eso podrá revelarnos la verdad, o aproximarnos a ella.
Esa hipótesis ha sido muy poco investigada, porque no ha sido tomada muy en serio por la mayoría de la comunidad científica (incluso los científicos noéticos en general no han hecho mucho caso a este fenómeno). Además, los casos de personas que han maniestado esa experiencia son relativamente pocos en comparación con la mayoría de personas transplantadas.
Sin embargo, algunos investigadores han decidido prestarle mayor atención. Un ejemplo es el psicólogo recientemente fallecido Paul Pearsall, quien escribió un libro titulado "El código del corazón" donde describe en detalle varios casos de aparente memoria celular en personas que recibieron transplante de corazón. Pearsall también escribió varios artículos al respecto donde detalla varios casos específicos.
Mi punto de vista actual sobre ese fenómeno es el siguiente: creo que es improbable que fenómenos psicológicos sean transmitidos mediante transplantes de órganos. Pero los casos descritos por Pearsall y otros autores pueden ser un indicio de que "algo" ocurre. Aunque algunos de estos casos pueden explicarse por otras hipótesis, creo que existen algunos casos que muestran una especificidad en los detalles y unas coincidencias entre los hábitos y estilos de vida adoptados por el recipiente del órgano con los del donante, que hacen pensar en algún tipo de mecanismo similar al planteado en la hipótesis de la memoria celular.
No tengo una respuesta definitiva y completamente satisfactoria sobre estos casos. Por eso sugiero que cada quien lea los argumentos a favor y en contra de dicha hipótesis, y con mente crítica pero abierta saque sus conclusiones.
A continuación, pueden ver este breve documental en español transmitido por Discovery Channel donde se refiere el caso de una mujer que recibió un transplante de hígado, y que posteriormente al transplante, manifestó nuevos gustos y aficiones que eran iguales a los del donante:
No tengo una respuesta definitiva y completamente satisfactoria sobre estos casos. Por eso sugiero que cada quien lea los argumentos a favor y en contra de dicha hipótesis, y con mente crítica pero abierta saque sus conclusiones.
A continuación, pueden ver este breve documental en español transmitido por Discovery Channel donde se refiere el caso de una mujer que recibió un transplante de hígado, y que posteriormente al transplante, manifestó nuevos gustos y aficiones que eran iguales a los del donante:
Cuando vean la película "Visiones" de Jessica Alba, tengan en cuenta esta información y reflexionen sobre ello.
Más información sobre la memoria celular:
-El artículo en inglés del Dr.Gary Schwartz (quien es mencionado en el documental anterior) donde presenta evidencia de algunos casos de memoria celular.
-La página en inglés de Paul Pearsall
-Este otro artículo en inglés.
-El artículo en inglés del Dr.Gary Schwartz (quien es mencionado en el documental anterior) donde presenta evidencia de algunos casos de memoria celular.
-La página en inglés de Paul Pearsall
-Este otro artículo en inglés.