lunes, 23 de noviembre de 2009

EL Proyecto de Conciencia Global y las ciencias noéticas







Un sorprendente experimento a nivel mundial con unos inquietantes resultados. Cada vez que esta a punto de ocurrir una catástrofe las computadoras que forman este peculiar entramado reaccionan de una forma inesperada.

En el reciente best-seller de Dan Brown, El Símbolo Perdido, se comenta este experimento "En 2001, en las horas que siguieron a los espantosos sucesos del 11 de septiembre, el campo de la ciencia noética dio un gran salto adelante. Cuatro científicos descubrieron que cuando el dolor y el miedo ante esa tragedia unió al mundo en duelo, los resultados de treinta y siete generadores de eventos aleatorios repartidos por todo el mundo de repente se volvieron significativamente menos aleatorios. Por alguna razón, la unicidad de esa experiencia compartida, la coalescencia de millones de mentes, había afectado la aleatoriedad de esas máquinas, organizando sus resultados y obteniendo orden del caos.

Este sorprendente descubrimiento tenía paralelismos con la antigua creencia espiritual en una «conciencia cósmica»; una vasta coalescencia de intención humana capaz de interactuar con la materia física. Recientemente, estudios sobre la meditación y la oración habían obtenido resultados similares en los generadores de eventos aleatorios, avivando la afirmación de que la «conciencia humana», tal y como la escritora noética Lynne McTaggart la describía, era una sustancia exterior a los confines del cuerpo..., una energía altamente organizada capaz de modificar el mundo físico"

Ciertamente, como dice Brown en su novela, estos hallazgos muestran que la conciencia es causativa y puede modificar el mundo físico bajo ciertas condiciones. Esto contradice la tesis actualmente en boga en la neurociencia de que la conciencia es ineficaz, de que es solo un "epifenómeno" de procesos cerebrales.